Publicidad Inteligente: nuevas funciones
La publicidad inteligente es aquella que, además de cumplir con las expectativas comerciales del anunciante, deberá tener en cuenta al destinatario y al momento de recepción del mensaje. Comunicará el producto o servicio y sus beneficios, pero deberá hacerlo teniendo en cuenta el entorno en que será recibida y, sobre todo, en qué otra cosa dará a cambio para ganar la atención del consumidor.
Es decir que la publicidad deberá aumentar la cantidad de funciones para lograr atraer al público objetivo. No
bastará con un anuncio gracioso o memorable, sino que tendrá que brindar un servicio per se a quien la reciba, algo que le solucione parte de su paso por la ciudad. En definitiva, ofrecerle una experiencia positiva.
La publicidad en sí no dejará de cumplir sus propias funciones de comunicación. Las expectativas apuntan a que se adapte a nuevos entornos. Esta adaptación es la que exigiría que a las funciones que presenta la publicidad se le añadan otras que incluyan al nuevo entorno.
La publicidad exterior tiene la función de llevar a una comunicación determinada a un amplio público que se exponga al formato publicitario en el que está el mensaje. Esta es la función básica y tradicional de la publicidad en la vía pública. Será también su objetivo alcanzar un determinado target segmentado principalmente por la ubicación de dispositivo. No esconde otra función más que la de comunicar. El formato de vía pública tendrá que ganar en exposición por sobre el resto de los dispositivos publicitarios de la vía pública para lograr captar la atención del destinatario del mensaje. En general, se han utilizado dispositivos cada vez de mayor tamaño aumentando la superficie de comunicación en pos de lograr la atención del consumidor. Pero en el entorno de las ciudades inteligentes los formatos de vía pública deberán entorpecer y contaminar lo menos posible. El futuro urbano exigiría a la publicidad que contemple un desarrollo sustentable para sus carteles.
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