Múltiples exigencias para la publicidad en las ciudades inteligentes

En el ámbito de las actuales formas de las metrópolis, la publicidad exterior se encuentra con un ciudadano, y a la vez consumidor, con un gran acceso a la información y con nuevos hábitos que ya ha incorporado. La tecnología disponible ha dejado de ser una opción para ser una obligación.

Contar con información en tiempo real, disponer de espacios para el esparcimiento en medio de la ciudad, saber que la seguridad ciudadana está monitorizada, son algunos de los emergentes que surgen de los consumidores. Las marcas deberían atender las exigencias que trae el nuevo ciudadano en conjunto con los gobiernos.

La publicidad en la vía pública debería acompañar la transformación de las ciudades, ayudando organizar el crecimiento de la población y sirviendo como un recurso de información pública. Por esta razón, uno de los puntos que las marcas deberían comenzar a trabajar es su relación con los gobiernos, con los sectores asociados a la planificación urbana.

Las ciudades inteligentes no sólo modifican la imagen de marca de las empresas, sino que también cambiarán las pautas de consumo de sus ciudadanos. La ciudad inteligente hará que el ciudadano consuma de un modo diferente y tenga necesidades que no son las que tenía años atrás.